St Woods: «Si algún día publico una canción en castellano, será que me he vendido»

 
Nacho García (St Woods). / PROMO

Nacho García (St Woods). / PROMO

 

‘Bones’ es el primer trabajo del cantautor folk madrileño, que presentará en febrero en el Teatro Lara de la capital. Hablamos con él acerca de este año tan atípico, de la diferencia entre tocar en la calle en Londres y Madrid y de por qué la supervivencia de su proyecto pasa por internacionalizarlo


«Estaba convencido de que no iba a estar en ningún ‘lo mejor de 2020’, pero dos medios me han incluido estos días y ya he dejado de estar agobiado». Es curioso cómo hasta el trabajo hecho a la perfección no lima las asperezas de las inseguridades de quien los crea. ‘Bones’, el primer LP de St Woods, es un disco redondo, lleno de canciones preciosas y atmósferas que pueden mirar a los ojos a las múltiples referencias con las que el público y la prensa le comparan. Nacho García (Madrid, 1993) es la persona detrás de St Woods y quien tuiteó hace unos días la frase que abre este artículo. 2020 le ha robado la posibilidad de vivir un debut del mismo modo que muchos otros compañeros de profesión tuvieron en su momento. Casi ocho meses después de su estreno, no ha podido defender ‘Bones’ en directo y tendrá que esperar hasta febrero para hacerlo en el Teatro Lara. Sin embargo se le ve lejos de estar triste por ello y encuentra la parte positiva de todo lo que se está viviendo. Y de su resignación por lo que le ha venido encima nacen nuevas canciones que irá editando en los próximos meses. Puede estar tranquilo Nacho, porque somos muchos los que pensamos que su disco merece estar entre lo mejor de este año, tan alejado de lo habitual, y no tenemos duda de que 2021, 2022 o cuando la pandemia nos deje, lo disfrutaremos en directo.

–La presentación en el Teatro Lara estaba prevista originalmente para mayo, se fue posponiendo y, finalmente, cruzamos los dedos, será en febrero. ¿Crees que ese ‘show’ será tal y como hubiese sido en condiciones normales hace unos meses o este 2020 ha hecho que vaya a ser distinto?

–Si es diferente, lo que va a ser es mejor. La estructura del concierto será parecida a la original, pero incluirá canciones nuevas y colaboraciones. Tanto los que trabajamos en esto, como el público tenemos muchas ganas de volver a la normalidad, así que el hecho de que por fin pueda haber un concierto lo hace todo mucho más romántico. Así que sí, será mejor.

 
 

–¿En 2021 te gustaría defender ‘Bones’ en directo o tienes la mente ya puesta en probar cosas nuevas? Te he leído decir que te encuentras en un momento de inspiración creativa.

–Pues tengo en mente hacer las dos cosas. Por una cuestión mía y circunstancial. Desde ‘management’ y ‘booking’ me han dicho que si quiero mantener una posición de artista con ‘falsa relevancia’, tengo que sacar nuevos temas. Ahora mismo estoy componiendo mucho y tengo muchas ganas de sacar los temas y que la gente los escuche. Pero también es cierto que ‘Bones’ tiene mucha vida. Será una vida extraña, porque no he tenido la oportunidad de hacer lo que todo artista quiere: sacar un disco, girarlo dos años y publicar otro. Pero bueno, bienvenidas todas las canciones nuevas que lleguen. Si no se pueden presentar ahora, se presentarán más tarde. Es verdad que mi proyecto musical se puede permitir sacar, imagínate, catorce canciones de aquí a mayo, y el concierto te lo hago del disco.

–Es cierto que el concepto de disco ha perdido un poco su sentido en los últimos años, ¿verdad?

–No sé si estoy de acuerdo con la dinámica de sacar canción a canción, pero estoy en una industria que se rige por la oferta y la demanda. Y la gente quiere algo bonito, bueno, rápido y ya. Y si quiero sobrevivir, tendré que hacerlo. Eso sí, no sé si tendré los huevazos que tienen otros de sacar cinco canciones en medio año y en julio editarlas como disco junto a un tema más. Pero sí que comulgo con sacar canciones sueltas que no necesariamente tengan un hilo conductor. Para un disco yo sí necesito un todo, una narrativa completa y tres meses de estudio. Fíjate que lo que peor llevo es lo de hacer canciones cortas. Pero eso es otro tema.


Mis canciones parten del ansia por sentirme comprendido. Entrar en una habitación donde la gente empatiza conmigo me viene bien para componer

–Es obvia la reminiscencia a Bon Iver al escucharte, pero a mí me gusta pensar que hay otras influencias como Sufjan Stevens, Damien Rice o incluso Mumford & Sons alrededor de ti. ¿El ‘autotune’, tal vez?

–Es probable. Además, que yo no me escondo. Es normal que alguien que saca su primer disco se parezca a sus referencias. Si me pongo a escuchar durante un año a un grupo, lo más lógico es que lo que componga se parezca a eso. Es cierto que mis productores, que son muy fans de Bon Iver, me dijeron «te vamos a pasar una ‘playlist’ de cincuenta artistas que antes de ponerse de moda ya usaban ‘autotune’». Lo que pasa es que no han tenido tanta repercusión. Para mí las comparaciones son halagos, pero es cierto que en el disco hay mucho trabajo y muchísimos matices que están ahí y da un poco de rabia que la gente se quede en lo más obvio. Aquí están desde Fleetwood Mac hasta los Beatles. Pero al final lo que uno escucha es lo que se lleva a su terreno.  

–Hablando un poco sobre la composición, Justin Vernon se fue a una cabaña a escribir y grabar el primer disco de Bon Iver. Aquí, ahora, Luis Albert Segura, alguien con quien tienes mucha relación, se ha marchado a una casa en la Sierra de Tramontana a grabar el nuevo disco de L.A. ¿Te gustaría hacer algo así?

–Pues mira, me gustaría, pero a la vez me he dado cuenta de que cuando estoy rodeado de gente en mi misma sintonía, me viene bien. ‘Bones’ nació estando tanto yo como mis productores en momentos emocionales muy similares. Estábamos jodidos. Y esas conversaciones entre amigos intentando ayudarse unos a otros es para mí la cabaña de Bon Iver o Luis Albert. Es entrar a una habitación donde la gente puede empatizar con mi situación.

–Suelo hacer siempre la pregunta de si se escribe mejor cuando uno está triste o alegre.

–Yo es que estando feliz no compongo. Mi composición parte de unas ansias absolutas y egocéntricas de sentirme comprendido. Cuando estoy triste y enfadado, tengo muchas ganas de componer y expresar lo que siento, mientras que cuando estoy feliz, mi obsesión es vivir. Así que sí, al menos yo, compongo mejor estando triste.

 
Nacho García (St Woods) / PROMO

Nacho García (St Woods) / PROMO

 

–¿Compones con guitarra o con piano?

–Hasta hace un año, con guitarra acústica. Desde entonces, con piano.

–Es curioso cómo las canciones nacen de lo más básico y luego se revisten incluso en demasía. Volviendo a Bon Iver, se va a una cabaña, él solo y graba el álbum. Lo ves en directo y es un tipo con mil teclados, con una banda detrás e incluso metales. ¿Qué lleva al artista a crear desde dentro hacia afuera, desde algo tan pequeño a algo con tantas capas?

–En mi caso, siendo realista, es una cuestión de medios. Y por otro lado, la vaguería. Si me metieses en un estudio con ochenta teclados, sintetizadores y veinte baterías… iría directamente a una guitarra acústica y me pondría a componer. Pasa una cosa, que he hablado mucho con Luis Albert. Para mí una canción es buena si se puede defender con una acústica y nada más. Da igual las capas. Y eso pasa con Bon Iver. Cuando lo ves a él solo tocándola piensas: «Madre mía, vaya canción…».


La cultura en este país cuesta muchísimo que se aprecie si no te la da masticada la radiofórmula de turno

–Luis Albert cuando gira en acústico con temas de L.A. es un maestro en hacer crecer las canciones…

–Para mí él es como un hermano mayor. Me acogió hace dos años y medio después de hacer un par de conciertos con L.A. y estoy en Live Nation gracias a ellos. Hablo mucho con Luis. Cada vez que tengo dudas de este mundo y sus tiburones, siempre le llamo. Le debo mucho.

–Tus comienzos fueron por las calles de Europa durante un Erasmus en Bélgica. ¿Crees que hubieses tocado también por las calles de Madrid o piensas que existe un ‘estigma’ con los músicos callejeros en España?

–Pues lo he hecho. Y mira, me da mucha rabia hacer comparaciones con cifras, pero en Londres tocando una hora sacaba 110 libras y en Madrid, en pleno Fuencarral y un sábado, si hacía 12 euros me daba con un canto en los dientes. Pasa que en Europa un músico callejero es eso, un músico que pone banda sonora al día a día, mientras que en España el músico callejero es un mendigo al que darle monedas. La cultura, en general, en este país cuesta muchísimo que se aprecie si no te la da masticada la radiofórmula de turno.

 
 

–Se dice siempre que cantar en inglés en España es colocarse uno mismo un techo invisible. ¿Crees que es cierto? ¿Lo notas cerca?

–No, no tengo esa sensación. La razón por la que canto en inglés no es para petarlo en todo el mundo, ni mucho menos. Es un acto reflejo porque desde niño lo he hablado, leo en inglés, consumo cine en ese idioma… y al fin y al cabo me es más sencillo para mí encontrar figuras retóricas en inglés. Lo que sí tengo claro, y seguro que muchos compañeros de profesión piensan igual, es que si algún día cambio al castellano para llegar a más público, significará que estoy haciendo algo mal. Porque sería moldear mi producto para que la respuesta sea diferente. Al menos ese es mi caso. Es más, se me da tan mal componer en castellano que si algún día edito algo en nuestro idioma, se me notará mucho que es por venderme.

–En España nos pasa que no existe ese circuito folk que hay en otros países, sobre todo en los anglófonos. Y tienes que acabar en el mundo indie. Y una vez entras ahí, vienen los ejemplos de grupos que se han tenido que pasar al castellano.

–Probablemente si tuviese que hacerlo sería con otro proyecto, como ha hecho Luis Albert Segura. Lo que pasa es que St Woods lo hemos probado en otros países y ha funcionado. En febrero, de hecho, firmamos con una agencia de ‘booking’ internacional. Soñando despierto, lo perfecto sería que mi circuito fuese el mundo entero y España estuviese dentro de él como un país más. Soy consciente de que el bienestar de mi proyecto no pasa por solo tocar en ciudades españoles, sino en internacionalizar el proyecto.

 

Listen to Bones on Spotify. St Woods · Album · 2020 · 10 songs.