Cuando tu banda favorita hace la música de una película

 
Personajes de películas y artistas de música
 

Iron Man se movía al son de AC/DC, Queen acompañó en su aventura cósmica a Flash Gordon, Explosions in the Sky dio un nuevo sonido a los dramas deportivos y 'Tron' renació a través de la electrónica de Daft Punk... Cuando el rock y el pop se cruzan con el cine, el resultado suele ser, como mínimo, interesante 


En el mundo del cine suele ser habitual que los directores de una película cuenten con un compositor de cabecera para la banda sonora. Así, las últimas décadas nos han regalado alianzas perfectas y longevas (aunque en algunos casos el tándem se rompió en algún momento) como las de Steven Spielberg y John Williams, Tim Burton y Danny Elfman, Alfred Hitchcock y Bernard Herrmann, Sergio Leone y Ennio Morricone, Pedro Almodóvar y Alberto Iglesias y Christopher Nolan y Hans Zimmer, por citar solo algunas de las más exitosas. Pero hay casos en los que el director (o el productor, que es al final quien consigue la pasta y quien toma muchas de las decisiones importantes a nivel creativo) va un paso más allá y, como haría cualquier buen amante de la música, contrata a su grupo favorito para encargarse de la partitura.

Una de esas colaboraciones que no llegó, desafortunadamente, a fructificar fue la de David Fincher con Radiohead. El director norteamericano propuso al grupo que hiciera la música original de la que es su mejor película hasta la fecha, ‘El club de la lucha’. Incluso, los dos protagonistas, Brad Pitt y Edward Norton, absolutos fans de los de Oxford, mandaron mensajes a Thom Yorke para que aceptara la oferta. Pero el cantante, según ha confesado en numerosas ocasiones, rechazó el proyecto por el agotamiento que supuso la gira del disco ‘OK Computer’, además de que en aquella época no se sentía preparado para dar el salto a las bandas sonoras (algo que finalmente sí hizo en 2018 para la película ‘Suspiria’ y que Jonny Greenwood lleva haciendo desde ‘Pozos de ambición’ hasta ‘Spencer’).

El trabajo cayó en manos de The Dust Brothers, productores de discos icónicos de Beck y Beastie Boys (y nombre con el que iniciaron Tom Rowlands y Ed Simons su carrera, y que tuvieron que cambiar a The Chemical Brothers para no acabar en el juzgado), aunque lo que realmente quedó grabado en el imaginario colectivo fueron los punteos del ‘Where is my mind?’ de los Pixies en la escena final. 

No obstante, Fincher ha mantenido esa estrategia de buscar en el mundo del rock a su mejor aliado para la música de sus películas y desde hace años cuenta con Trent Reznor y Atticus Ross, componentes de Nine Inch Nails. Se da la curiosidad de que el autor del libro en el que se inspiró ‘El club de la lucha’, Chuck Palahniuk, escribió la historia con los discos ‘The Downward Spiral’, de NIN, y ‘Pablo Honey’, de Radiohead, de fondo. En cierta forma, un modo de cerrar el círculo.

 
 

Y al igual que en el caso del tándem Reznor-Ross, muchos directores han recurrido no solo a los músicos que tocan en una banda famosa, sino a la banda al completo, para que figure su nombre en los créditos, lo que ha permitido que Queen, Pink Floyd, AC/DC, Daft Punk, Air, Phoenix, Arcade Fire, Explosions in the Sky, Biffy Clyro, M83, Massive Attack, Mogwai, The Chemical Brothers, Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, Yo La Tengo y Beach House, entre otras muchas, también formen parte del firmamento cinematográfico más allá de esas bandas sonoras construidas como si fueran un recopilatorio de grandes éxitos de pop y de rock que tan bien funcionan a directores como Quentin Tarantino y Cameron Crowe. Y, obviamente, más allá de películas basadas en sus vidas. Estos son 25 grupos que han contribuido con su música a generar tensión, aportar más épica o transmitir emotividad en una sala de cine.


Queen (‘Flash Gordon’ y ‘Los Inmortales’)

 
 

Posiblemente el primer ejemplo que viene a la cabeza al pensar en bandas sonoras para películas hechas por grupos míticos. Queen compuso todo un disco para ‘Flash Gordon’ (1980), un estrepitoso fracaso en taquilla –tan solo recaudó unos 27 millones de dólares– que se convirtió en película de culto, y con la que mucho se está tardando en hacer un ‘remake’. Con el encanto de ese «Flash / Ah-ah / saviour of the universe», del tema principal, ya está todo dicho, aunque para muchos este disco es uno de los mayores deslices en la carrera de la banda británica.

Brian May aceptó la propuesta porque pensaba que ninguna banda de rock lo había hecho antes, y aprovechó la oportunidad para experimentar con nuevos sonidos de sintetizadores. Y, junto a Queen, que hizo sobre todo temas instrumentales, aparece acreditado Howard Blake, responsable de las piezas orquestales que suenan en la película.

 
 

La banda también tuvo una participación importante, y quizás mejor, en otra película mítica de los 80 que no ha envejecido bien, ‘Los inmortales’ (1986), con varios temas que aparecieron después publicados en ‘A kind of magic’, entre los que sobresale ‘Who wants to live forever’, que contó con la colaboración del compositor Michael Kamen, principal responsable de la música de la película, que quedó eclipsada por las canciones de Queen.

 

Pink Floyd (‘Zabriskie Point’, ‘More’…)

 
 

Si Queen parecía una elección ganadora para una ‘space opera’, la idea de contar con Pink Floyd al completo, con David Gilmour recién llegado, para una historia sobre el inconformismo juvenil y el sueño hippy en los Estados Unidos de finales de los 60 tampoco sonaba nada mal. Michelangelo Antonioni recurrió a la banda de rock progresivo para su película ‘Zabriskie Point’ (1970), y aunque la relación entre el director y los músicos no fue todo lo buena que cabría esperar, el resultado musical sí que puede considerarse como un éxito, aunque el filme fue muy criticado tras su estreno y sucumbió en la taquilla. Con el paso de los años, como ha sucedido en otras muchas ocasiones, se ha convertido en una película de culto. 

El cineasta, insatisfecho con las canciones, solo eligió tres de las ocho grabadas por los británicos durante dos semanas en Roma (‘Heart beat, pig meat’ –precursora, en cierta forma, con esos latidos de corazón de lo que luego se escuchó en ‘The dark side of the moon’–; ‘Crumbling land’ y ‘Come in number 51, your time is up’; el resto de las grabaciones inéditas fueron incluidas posteriormente en un doble álbum), completando la banda sonora con canciones de Roy Orbison, The Grateful Dead, Patti Page y The Youngbloods, entre otros, más las improvisaciones de Jerry García, guitarrista de The Grateful Dead.

La banda británica también musicalizó dos películas de Barbet Schroeder: ‘More’ (1969), un relato psicodélico de amor y drogas, que supuso el primer álbum del grupo sin Syd Barrett, con muchas atmósferas y grandes destellos de rock en temas como ‘Ibiza bar’ y ‘The Nile song’; y ‘El valle’ (1972), sobre una expedición en Nueva Guinea en busca de un lugar conocido como el Valle, y cuya banda sonora se tituló ‘Obscured by clouds’. Las sesiones de grabación coincidieron con las de ‘The dark side of the moon’, algo especialmente evidente en canciones como ‘Childhood’s end’, con la guitarra de Gilmour en todo su esplendor.

 

Daft Punk (‘Tron: Legacy’)

 
 

La idea de hacer una secuela 28 años después de ‘Tron’ no salió del todo bien, pero al menos a nivel de efectos visuales, y musical, sí dio la talla. El dúo Daft Punk, ya extinto oficialmente y muy dado a espaciar sus publicaciones, fue el encargado de seguir los pasos de Wendy Carlos en la original y hacer la banda sonora (el director, Joseph Kosinski, confesó que era un gran fan de su disco ‘Discovery’, y que los propios músicos habían mostrado su interés en trabajar en la película, e incluso hicieron un cameo), junto al compositor Joseph Trapanese, y supo acompañar con su particular electrónica (‘Derezzed’ y los ‘End titles’ no pueden sonar más a los franceses y encajarían en una pista de baile) y muchas dosis de épica orquestal (la obertura inicial, ‘Outlands’ y ‘Fall’) la estética tan particular de la película, convirtiéndose en todo un éxito en varios países y alcanzando unas reproducciones en las plataformas de ‘streaming’ más propias de un disco que de una banda sonora.

Supuso una unión casi perfecta entre electrónica y música orquestal. Aunque los más puristas dirán que los arreglos de Trapanese son bastante sencillos y los fans de Daft Punk echarán de menos el ‘vocoder’ y más canciones puramente de su estilo. Pero siempre quedará en el aire la duda de si fueron simplemente a lo seguro, porque cuando Disney contrató a los franceses la intención no debía ser que el resultado final acabara sonando a Hans Zimmer. O quizás sí.

El dúo formado por Thomas Bangalter y Guy-Ma­nuel de Homem-Christo ya había colaborado anteriormente en la película de anime ‘Interstella 5555’, que servía como acompañamiento de las canciones de su álbum ‘Discovery’, e incluso hicieron su propia cinta de ciencia ficción, ‘Electroma’ (2007), en la que, curiosamente, no utilizaron canciones propias.   

 

Air (‘Las vírgenes suicidas’)

 
 

Contratar a Air tras publicar su maravilloso ‘Moon Safari’ parecía una jugada maestra por parte de Sofia Coppola para su debut en la dirección. El dúo francés, formado por Nicolas Godin y Jean-Benoît Dunckel, firmó lo que es ya un clásico moderno de las bandas sonoras. Sin alejarse de su sonido habitual (teclados, guitarra, bajo y batería), pero con un claro aroma a los años 70 en los que transcurre la película, la música juega un papel importante en la película, en la que el tema principal, ‘Highschool lover’, aparece en diferentes momentos, uno de ellos en los títulos de crédito en forma de canción, ‘Playground love’, cantada por Thomas Mars (bajo el pseudónimo de Gordon Tracks), del grupo Phoenix y actual marido de la directora, junto a temas que buscan potenciar la candidez, tristeza y melancolía de la historia.

Desgraciadamente, la mayoría de lo que compusieron los franceses, y que forma parte del álbum oficial, se quedó fuera de la película en la sala de montaje, y el peso de la música recae en clásicos de Todd Rundgren, Heart, Carole King y Electric Light Orchestra, elegidos sabiamente por otro de los colaboradores habituales de Coppola, el supervisor musical Brian Reitzell, de quien ya hablamos recientemente en otro reportaje por su contribución al mundo de las series. Por lo que para apreciar realmente su trabajo, quizás sea mejor escuchar simplemente la banda sonora que ver la película.

 

Arcade Fire (‘Her’)

 
 

Con unos inicios en la dirección dedicada a la realización de videoclips que ahora ya son icónicos (Weezer, Beastie Boys, Arcade Fire, Fatboy Slim…), parecía lógico que Spike Jonze también tuviera buen gusto a la hora de elegir la música para sus películas. En el caso de ‘Her’, Arcade Fire –fundamentalmente Will Butler– unió fuerzas con Owen Pallett (colaborador habitual del grupo, responsable de los arreglos de cuerdas de ‘Funeral’ y ‘Neon Bible’) para grabar una banda sonora que llegó a estar nominada para los Oscar en la edición de 2014, y que, sorprendentemente, no salió oficialmente publicada hasta 2021, ocho años después del estreno del filme.

Se trata de una música en la que el piano es el principal protagonista, que se centra en el componente romántico, y de soledad, de la película, la relación de amor virtual entre Theodore, el personaje al que interpreta Joaquin Phoenix, y Samantha, un sistema operativo diseñado para comportarse como una persona gracias a la inteligencia artificial. Y aunque no está incluida en la banda sonora, la canción por la que muchos recordarán la película es ‘The moon song’, cantada por Karen O. 

 

The Chemical Brothers (‘Hanna’)

 
 

La primera, y única, incursión cinematográfica de The Chemical Brothers (aunque sus canciones han sonado en decenas de películas: ‘The beach’, ‘Cisne negro’, ‘Very bad things’, ‘Un domingo cualquiera’, Vanilla sky’, ‘El efecto mariposa’…) se produjo para ‘Hanna’ (2011), la historia sobre una adolescente a la que su padre, un exagente de la CIA, entrena para convertirla en una asesina implacable.

La música electrónica del dúo británico es realmente buena, donde se mezcla inocencia (la casi nana ‘Hanna’s theme’) y violencia, siguiendo el argumento de la película, y totalmente fiel a su estilo, hasta el punto de que muchos de los temas podrían aparecer perfectamente en uno de sus discos sin desentonar (ese ‘The devil is in the beats’ no puede sonar más a los The Chemical Brothers de los 90, hasta incorporan los típicos elementos vocales de sus clásicos, una voz robótica repitiendo «Rock the beat»), al igual que no lo hacen en la película, y resultan perfectas para las escenas de acción (han sido diseñadas al milímetro para ello, en lugar de para los espectáculos de luces de sus conciertos), especialmente ‘Car chase’ y ‘Container park’.

Como cualquiera de sus discos, incluye una colaboración, un tema cantado por la norteamericana Stephanie Dosen (‘Hanna’s theme vocal version’) y, como cualquier otra banda sonora, algunas piezas de música incidental de menos de un minuto (‘Chalice 1’, ‘Isolated howl’, ‘Sun collapse’…).

 

Massive Attack (‘Danny the dog’)

 
 

Artes marciales con Jet Li en su momento más álgido, Morgan Freeman y Bob Hoskins como secundarios de lujo, Massive Attack para la música (aunque el elegido inicial era Craig Armstrong), la dirección videoclipera a cargo de Louis Leterrier y el productor cinematográfico Luc Besson detrás de todo. Los ingredientes eran casi perfectos, pero el resultado final dejó mucho que desear. Y es que ‘Danny the dog’ (2005 y también conocida como ‘Unleashed’) pretendía ser una nueva ‘El profesional (Léon)’, pero acabó siendo una buena película de acción, pero quizás demasiado lacrimógena.

La banda sonora se aleja del estilo habitual de los de Bristol, con temas tranquilos, casi como si de una canción de cuna se tratara (‘Two rocks and a cup of water’), mezclados con otros más directos para las escenas de acción, ‘The dog obeys’, ‘One thought at a time’ y ‘I am home’, y algunas pinceladas que recuerdan a lo mejor de sus discos, como ‘P is for piano’, ‘Polaroid girl’ y ‘Collar strays on’.

Por si fuera poco, ese mismo año Massive Attack también contribuyó a la banda sonora de la película ‘Bullet boy’ (el tema que lleva su nombre suena fielmente a su disco ‘Mezzanine’), aunque por las características de su música no sería extraño que repitieran la incursión en el mundo del cine en el futuro.

 

AC/DC (‘Iron Man 2’ y ‘La rebelión de las máquinas’)

 
 

La banda sonora de la película ‘Iron Man 2’ (2010) podría calificarse como un ‘greatest hits’ de AC/DC, pero no es así, ya que aparte de éxitos incontestables como ‘Back in black’, ‘Thunderstruck’ y ‘Highway to hell’, incluye rarezas como ‘Guns for Hire’ y ‘Evil Walks’, y faltan otros que cualquier fan hubiera elegido, como ‘Hells bells’ y ‘You shook me all night long’. Se trata de un verdadero repaso a la historia de la banda australiana entre 1976 y 2008 y lo que supuso el primer recopilatorio oficial de estudio, con hasta siete temas con la voz de Bon Scott, y el resto de Brian Johnson. Sabiendo que usar una canción como ‘Thunderstruck’ en una película cuesta hasta medio millón de dólares, el homenaje le salió caro a Marvel. En realidad, la música original de esta floja segunda parte corrió a cargo de John Debney, aunque su banda sonora se publicó meses después del estreno, y toda la atención se enfocó en las canciones de los australianos, tras el éxito de la escena inicial de la primera parte con ‘Back in black’ sonando en todo su esplendor.

Pero la verdadera contribución al cine de AC/DC sucedió en ‘La rebelión de las máquinas’, una de las muchas películas inspiradas en la obra de Stephen King (un misterioso cometa que dota de vida a las máquinas), y que supuso su debut en la silla de director, con nominación a los Premios Razzie incluida. Es tan mala que le quitó las ganas de dirigir de nuevo, y desde entonces no lo ha vuelto a hacer.

Pero en lo que respecta a la música, el popular escritor convenció a los australianos para que participaran en la película, aportando canciones que después salieron publicadas en el disco ‘Who made who’. ‘Who made who’ y las instrumentales ‘D.T.’ y ‘Chase the ace’ fueron las únicas grabadas para la película, y el resto son clásicos como ‘You shook me all night long’ y ‘Hells bells’. La película es básicamente una concatenación de muertes absurdas a ritmo de los ‘riffs’ de AC/DC.

 

Phoenix (‘On the rocks’, ‘La seducción’…)

 
 

La relación entre la directora Sofia Coppola y la música pop es bien sabida desde su debut con ‘Las vírgenes suicidas’. Si en aquella ocasión optó por la banda francesa Air, desde la película ‘Somewhere’ (2010) colabora con otros referentes del país vecino, Phoenix. Además de la cinta ya mencionada, la banda liderada por Thomas Mars, casado con Coppola desde 2011, también puso música a ‘La seducción’ (2017) y ‘On the rocks’ (2020).

En el caso de la ‘La seducción’, se trata de la única película de la directora en la que la música recae fundamentalmente en los compositores originales, en lugar de también recurrir a una perfecta selección de otros artistas. Así, Phoenix firma una banda sonora totalmente minimalista que compaginó con la grabación de su disco ‘Ti amo’, y en la que se inspiraron en la pieza ‘Magnificat’ de Claudio Monteverdi.

De la película ‘On the Rocks’, los franceses solo publicaron el tema ‘Identical’, que aparece en los créditos finales, y que sigue su línea más pop y discotequera gracias al ritmo de la batería y los sintetizadores.   


Biffy Clyro (‘Balance, not symmetry’)

 
 

La implicación del grupo escocés Biffy Clyro en la película ‘Balance, not symmetry’ fue más allá de la música. Su cantante, Simon Neil, también participó en la elaboración del guion, en el que se cuenta una historia inspirada en ‘Romeo y Julieta’, pero desde la perspectiva del personaje femenino, sobre una estudiante norteamericana en la Glasgow School of Art, que sufre la repentina muerte de su padre.

El disco que hizo la banda para la ocasión combina su rock épico habitual (como el tema que lleva el título de la película), con otras canciones más melódicas y algo de electrónica (‘Fever dream’ y ‘All singing and all dancing’). Tampoco faltan esos ‘riffs’ marca de la casa en canciones como ‘Sunrise’ y ‘Plead’, ‘singles’ redondos como ‘Touch’ y ‘The naturals’ y otras piezas más cinematográficas pensadas para la película, aunque el conjunto funciona perfectamente como si fuera un disco propio de los escoceses (el octavo), que mejora al flojo ‘Ellipsis’ publicado dos años antes.   

 

Explosions in the sky (‘Friday Night Lights’, ‘El único superviviente…)

 
 

De nuevo, el supervisor musical Brian Reitzell obró el milagro y contactó con la banda de post rock Explosions in the Sky, tras publicar su disco más icónico, ‘The Earth is not a cold dead place’, para que hicieran la banda sonora de ‘Friday Night Lights’ (2004), una de las mejores películas con temática deportiva de las últimas décadas, que después se convirtió en serie, también con éxito y buenas críticas (no se encargaron de la música, pero estaba claramente inspirada en ellos).

Ambientada en el oeste de Texas, la elección de un grupo de Austin parecía lógica, pero no tanto por su estilo, aunque por suerte Reitzell pudo convencer a los ejecutivos del estudio que se mostraban reacios a la idea. Para su versión cinematográfica, Explosions in the Sky ofreció una música más apta para todos los públicos, pero con su sello distintivo, muchas guitarras, teclados y batería, capaz de emocionar como toda una orquesta, o al menos es lo que pretendían.

Pero eso sí, alejada probablemente de lo que se puede esperar de un drama deportivo, aunque ya nadie duda de que fue todo un éxito que ha marcado tendencia y que incluso cambió la música en el deporte. Incluso, muchas películas y series de la época usaron las canciones del grupo como pistas de prueba durante los rodajes. 

La banda repitió con el director Peter Berg en la película ‘El único superviviente’ (2013), sobre un grupo de cuatro Navy Seals que son enviados a una misión en Afganistán para matar a un líder terrorista. La música adicional la aporta el compositor Steve Jablonsky (‘Transformer’), por el deseo del cineasta de incorporar también algo más tradicional, que se complementa con las guitarras atmosféricas marca de la casa del grupo, y algún estallido puntual de distorsión, como en el tema ‘Murphy’s ridge’.  

Explosions in the Sky también es el responsable de las bandas sonoras de las películas ‘Señor Manglehorn’ (2014), protagonizada por Al Pacino, y ‘Prince Avalanche’ (2013), ambas junto al compositor David Wingo (‘Take shelter’) y las dos dirigidas por David Gordon Green. Un valor seguro para los cineastas.

 

 Mogwai (‘Kin’ y ‘La fuente de la vida’)

 
 

Y para seguir con el post rock, otro de sus referentes, Mogwai, también aportó su música para la película de ciencia ficción ‘Kin’, de la que las dos canciones que el grupo adelantó son también las mejores, ‘Donuts’ y ‘We’re not done (End Title)’, uno de los temas más cercanos al pop que nunca han grabado los escoceses, con una parte vocal de Stuart Braithwaite poco habitual en él. El piano tiene un papel importante en la banda sonora, principalmente en ‘Eli’s theme’ y la maravillosa ‘Miscreants’, mientras que ‘Flee’ es realmente la pieza que más encaja en lo que se espera de una cinta de ciencia ficción y ‘Guns down’ es Mogwai en estado puro. 

 

Y aparte de series como ‘Les Revenants’, ‘ZeroZeroZero’ y ‘Encerrado con el diablo’ y documentales (‘Zidane: A 21st Century Portrait’, ‘Before the flood’…), la banda realmente se estrenó en el mundo del cine a través del director Darren Aronofsky en ‘La fuente de la vida’, cuya banda sonora, compuesta por Clint Mansell, fue interpretada al alimón por Mogwai y Kronos Quartet, con mayor peso de las cuerdas y el piano que de las guitarras de los escoceses, pero la combinación funciona. Dentro de la contribución de Mogwai, quizás ‘Death is the road to awe’ es el momento de mayor lucimiento y de más post rock (o simplemente rock sinfónico) con sus continuos ‘crescendos’, para acompañar el clímax de la película.

 

 M83 (‘Oblivion’)

 
 

El director Joseph Kosinski volvió a recurrir a una banda conocida de electrónica para encargarse de la música de ‘Oblivion’ (2013). Si en ‘Tron: Legacy’ alcanzó el cénit y logró contratar a Daft Punk (pese a que la película no obtuviera el éxito esperado), para su segunda aventura en la ciencia ficción optó por M83 (en realidad era simplemente su líder, Anthony Gonzalez, pero la productora prefirió usar la marca del grupo al ser más comercial), en los dos casos en colaboración con el compositor Joseph Trapanese.

El tema principal, ‘Waking up’, bien podría ser obra de Hans Zimmer, por esa epicidad ‘in crescendo’ que rebosa gracias a los violines y los sintetizadores. Además, cuenta con una canción, ‘Oblivion’, junto a la vocalista Susanne Sundfør, con el clásico synth-pop de la banda, que aparece en los créditos finales. Aunque, en general, la música es demasiado parecida a cualquier otra banda sonora de película comercial, con momentos que sí sorprenden, como la batería de ‘Radiation zone’, y otros muy genéricos.

 

Grizzly Bear (‘Blue Valentine’)

 
 

Buena parte del mérito de que mucha gente haya derramado lágrimas con ‘Blue Valentine’ (2010) lo tiene Grizzly Bear. La banda de indie de Nueva York se iba a encargar de hacer la banda sonora, pero por motivos de agenda no pudieron abordar a tiempo el encargo (el estreno se adelantó a la fecha inicial), por lo que el director de la cinta, Derek Cianfrance, optó por recurrir a las versiones instrumentales de varias de sus canciones más conocidas, como ‘I live with you’, ‘Dory’ y ‘Foreground’, aparte de la aportación de Ryan Gosling cantando ‘You always hurt the one you love’, de The Mills Brothers. También contribuyeron otras bandas como Department of Eagles y Penny & the Quarters.

 

Yo La Tengo (‘Adventureland’, ‘Game 6’…)

 
 

‘Adventureland’ es una de esas películas en las que el guion se escribió casi a la vez que se elegían las canciones. El director, Greg Mottola, quería usar clásicos de los 80, por lo que la banda sonora está plagada de temas de Lou Reed, The Rolling Stones, David Bowie, Crowded House, Rush, INXS, The Cure, The Pixies, Jesus and Mary Chain, The Velvet Underground, White Snake y Judas Priest, entre otros muchos, a pesar de ser una película con bajo presupuesto, que encajaban en el parque de atracciones en el que sucede la acción. Y la guinda de todo fue contar con la banda indie (de culto) Yo La Tengo para la música original de la película.

El trío de Nueva Jersey es ya habitual en el mundo del cine desde los años 90, con numerosas películas a sus espaldas, como ‘Simple Men’ (1992), ‘Junebug’ (2005), ‘Game 6’ (2005), ‘Shortbus’ (2006), ‘Old joy’ (2006) y ‘The Toe Tactic’ (2008). Algunas de las bandas sonoras fueron incluidas en su recopilatorio ‘They shoot’, we score’. Para el encargo de Mottola, el grupo compuso una serie de canciones perfectas para una comedia juvenil con una mirada nostálgica al pasado.   

 

Soulwax (‘Bélgica’ y ‘Steve + Sky’)

 
 

Los belgas Soulwax (Stephen y David Dewaele, también conocidos en su faceta más electrónica como 2manydjs) quisieron dejar su sello personal en la película ‘Bélgica’. En lugar de simplemente componer las canciones, se inventaron hasta 15 grupos ficticios distintos para hacer los 16 temas, de estilos también diferentes, desde el synth pop y el neo soul al hardcore y el tecno, que suenan en la banda sonora. El motivo del director, Felix van Groeningen, y de los hermanos Dewaele para no usar canciones ya grabadas era que no querían que la música estuviera ligada a un año en concreto o periodo específico. Pensaron que no iba a funcionar si todo estaba basado en la realidad.

La historia de la película sigue a dos hermanos que deciden abrir un club en Gante, que se convierte en un referente de la noche belga, y donde tocan algunos de los grupos creados por Soulwax, que incluso tienen su propio bagaje e historia. Así, Burning Phlegm era una superbanda formada por miembros de grupos de punk hardcore, incluyendo a Igor Cavalera (Sepultura) en la batería; The Shitz se convirtió en un referente del indie en Bélgica (y los que más suenan a Soulwax); Kursat 9000 dio con el éxito al mezclar pop turco con acid house; White Virgins son cuatro chicas que revolucionaron la electrónica belga al introducir instrumentos de rock… Soulwax ya trabajó con Van Groeningen en su primera película, Steve + Sky.

 

Beach House (‘Déjate llevar’)

 
 

Una de las películas más recientes que cuentan con música de un grupo ilustre es ‘Déjate llevar’ (‘Along for the ride’), estrenada este 2022 en Netflix. El drama romántico cuenta con una banda sonora hecha por Beach House. El dúo de dream pop firma por primera vez las canciones para una película, por la insistencia de su directora, Sofia Alvarez, quien pensaba que su particular sonido encajaba a la perfección en una historia de adolescentes con insomnio en la que casi toda la acción tiene lugar de noche. Por desgracia, la banda sonora todavía no se ha publicado en plataformas, así que por ahora solo se puede disfrutar en Netflix.


Derby Motoreta’s Burrito Kachimba (‘Las leyes de la frontera’)

 
 

Dentro de la necesaria cuota de cine español, uno de los grupos más sorprendentes de los últimos años, Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, se hizo cargo de la banda sonora de la película ‘Las leyes de la frontera’, ambientada en la Cataluña de finales de los años 70. No solo firman el tema principal, esa rumba festivalera también titulada ‘Las leyes de la frontera’, sino la mayoría de la música original que suena en la cinta de atracos de Daniel Monzón, junto a canciones clásicas de la época de Smash, El Pelos, Canarios y Las Grecas, y un tema del artista de flamenco Lin Cortés.

Con su particular ‘kinkidelia’ (esa etiqueta propia que mezcla el mundo kinki con la psicodelia), que destila un claro halo de nostalgia, pero un estilo con el que también buscan mirar de frente a las bandas que encabezan la nueva ola de la psicoldelia, como King Gizzard & the Lizard Wizard y Tame Impala, la banda sevillana, según nos contó en una entrevista su guitarrista, Gringo, dio vida a las canciones casi como un «alfarero», con meses de contacto directo con Monzón, «entregando ideas y recogiendo ‘feedback’» para las escenas que tenían que musicalizar, hasta tener las piezas acabadas y grabadas.

El director confesó que quería a un grupo actual cuyo espíritu se ajustase a la época en la que transcurre la acción, por lo que la elección de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba resultó perfecta para revivir el cine quinqui de los 70, pero desde el siglo XXI. Y la música es, sin duda, de lo mejor de la película.

 

Toto (‘Dune’)

 
 

Quizás no fue tan buen recibida por la crítica como la película estrenada en 2021 de Dennis Villeneuve, pero la versión de ‘Dune’ hecha por David Lynch en 1984 contaba con una banda sonora grabada por uno de los grupos del momento, Toto (dos años antes había lanzado su disco ‘Toto IV’, con éxitos como ‘Africa’), y la aportación de otro insigne de la música, Brian Eno, quien inicialmente iba a ser el responsable de su totalidad (el ‘Prophecy theme’ es suyo).

Una elección extraña, aunque fue más de los productores por el éxito de la banda que del director, si se compara con la música de Hans Zimmer en la versión moderna. Para darle las mayores proporciones épicas posibles, la banda, sin la participación del cantante Bobby Kimball, contó con la ayuda de la Orquesta Sinfónica de Viena y el Coro de Ópera Popular de Viena, a través de los arreglos de Marty Paich, padre del teclista David Paich, con un resultado más que decente, que se deja escuchar por separado de la película, y que mezcla a la perfección lo clásico y épico (‘Big battle’) con las guitarras, eso sí, en un segundo plano, y piezas extravagantes como el órgano de ‘Floating fat man’ y maravillas como los coros de ‘Trip to Arrakis’

 

 Tangerine Dream (‘Legend’, ‘Carga maldita’…)

 
 

Uno de los grandes grupos del krautrock, pioneros en unir cine y música electrónica (por la ventaja de que era mucho más económico usar los sintetizadores que contratar a toda una orquesta, todo sea dicho) fue Tangerine Dream. Así, su discografía incluye más de una veintena de películas, fundamentalmente en la década de los 80, y con directores de mucho caché como Michael Mann y William Friedkin: ‘Carga maldita’ (‘Sorcerer’, en inglés, y posiblemente la mejor que ha hecho el grupo), ‘Ladrón’, ‘Ojos de fuego’ (‘Firestarter’), ‘La fortaleza’, ‘Flashpoint’, ‘Los rompecorazones’, ‘Los viajeros de la noche’ (otra de las más destacadas por su capacidad para combinar lo atmosférico con el synth-pop)…

Y, quizás, dos, aunque sea simplemente por popularidad, por encima del resto y con el mismo protagonista, Tom Cruise: ‘Legend’ y ‘Risky Business’. De la primera, el compositor original fue Jerry Goldsmith, pero el estudio a última hora decidió descartar su banda sonora orquestal para el estreno en Estados Unidos, por las críticas negativas cosechadas en los pases previos (para el resto del mundo sí se mantuvo) y sustituirla por la música más moderna de Tangerine Dream, que grabaron todo el material en poco más de tres semanas. Una decisión puramente comercial, porque el trabajo de Goldsmith figura entre lo mejor de su carrera.

En el caso de ‘Risky Business’, se trataba de reelaboraciones de antiguos temas de Tangerine Dream y solo dos nuevos, aparte de canciones de Prince, Phil Collins, Journey y la famosa escena en la que Cruise canta y baila en calzoncillos al ritmo de ‘Old time rock and roll’ de Bob Seger. La gran influencia en la pantalla de Tangerine Dream se ha visto fundamentalmente en la música de una serie retro como ‘Stranger Things’.

 

Goblin (‘Suspiria’, ‘Zombi’…)

 
 

Otro grupo habitual del cine en los años 70 y 80 fue Goblin, que se convirtió en una presencia fundamental en las películas de Darío Argento. Se trataba de una banda de rock progresivo originaria de Turín, que inició su prolífica relación con el director italiano en la película ‘Rojo oscuro’, en 1975. Aunque la más conocida fue la banda sonora de ‘Suspiria’, un filme de culto sobre una academia de baile que se convierte en una auténtica pesadilla para una nueva alumna, una atmósfera macabra a la que contribuye enormemente las disonancias y cacofonías creadas por el grupo comandado por Claudio Simonetti.

Goblin se especializó en el cine de terror, con un gran peso de los sintetizadores, y una enorme capacidad para experimentar e incorporar todo tipo de efectos novedosos para la época. Así, también firmó la banda sonora de otra película muy conocida del género, ‘Zombi’ (‘Dawn of the dead’), de George A. Romero, secuela de ‘La noche de los muertos vivientes’.

 

Simon and Garfunkel (‘El graduado’)

 
 

Hablar de ‘El Graduado’ es hacerlo de una de las películas que cambió la música en el cine moderno para siempre (así lo contó Cinemanía). El director de la cinta, Mike Nichols, escuchaba las canciones de Simon & Garfunkel a todas horas en el momento de preparar su debut cinematográfico, por lo que en un momento dado se le encendió la bombilla y llegó a la conclusión de que en esas canciones tenía su banda sonora perfecta, en lugar de emplear unos temas escritos por un compositor para la película (aunque también hay partituras originales de Dave Grusin).

Aparte de temas míticos como ‘The sound of silence’ que encajaban con la narrativa de la cinta, el dúo grabó una canción nueva (aunque el productor les encargó tres), ‘Mrs. Robinson’, originalmente titulada ‘Mrs. Roosevelt’ y que cambió de nombre por la insistencia de Nichols, que se convirtió en todo un éxito, al igual que la película y la banda sonora. No obstante, de la canción tan solo se escuchaban varios fragmentos en la película, y la versión que se ha hecho famosa es la que aparece en el disco del dúo ‘Bookends’.

 

Tom Petty and the Heartbreakers (‘Ella es única’)

 
 

Una opción inteligente es aprovechar las canciones que se quedaron fuera de un disco para una película. Es lo que hizo Tom Petty y sus Heartbreakers para la comedia romántica ‘Ella es única’ (1996), con temas descartados de su mítico ‘Wildflowers’, que se convirtieron en su noveno álbum de estudio (‘Songs and Music from the Motion Picture She’s the One’) y en la música del filme dirigido por Edward Burns y protagonizado por él mismo, Jennifer Anniston y Cameron Diaz. En 2021, Warner reeditó el disco de la película, con el título ‘Angel dream’, incluyendo temas inéditos de la banda y eliminando aquellos de las sesiones de grabación de ‘Wildflowers’.

Lo cierto es que se trata de un buen disco, que cuenta con colaboradores de primera línea, como Ringo Starr (The Beatles), Carl Wilson (Beach Boys) y Lindsey Buckingham (Fleetwood Mac), además de Rick Rubin como productor.

 

Underworld (‘Sunshine’)

 
 

Buena parte del éxito del dúo de electrónica Underworld se lo debe a Danny Boyle. La canción ‘Born slippy’ se convirtió en todo un himno generacional en los 90 gracias a su inclusión en la película ‘Trainspotting’ (para la segunda parte, también aportaron el tema ‘Slow Slippy’, con guiños a su predecesora). Y para ‘Sunshine’ (2007), el director británico volvió a recurrir a uno de sus compositores de cabecera, John Murphy –lo mejor sin duda es su ‘Sunshine (Adagio in D Minor’), una de esas piezas habituales usadas en los adelantos de otras películas e incluso en series–, acompañado de Underworld, que sabe cómo hacer que su electrónica sea un elemento añadido a la gran puesta en escena de la película, pese a contar con un presupuesto muy inferior a una superproducción de Hollywood. Lástima que el prometedor principio de ciencia ficción a lo Stanley Kubrick derive al final en un filme de terror espacial bastante absurdo. 

 

 Basement Jaxx (‘Attack the block’)

 
 

El dúo de electrónica Basement Jaxx hizo equipo con el compositor Steven Price para ponerle la música a ‘Attack the block’, una cinta dirigida por Joe Cornish que sorprendió a propios y extraños en 2011 por ese concepto de que los alienígenas atacaran en esta ocasión uno de esos típicos barrios conflictivos de Londres vistos en otras mil películas y no tanto porque los salvadores de la humanidad fueran unos adolescentes.

Y la música house de la banda encaja perfectamente dentro del argumento (ya se ha visto en otros ejemplos lo bien que encaja la ciencia ficción y la electrónica), para darle ese cariz moderno y no caer demasiado en la nostalgia ochentera, como en otras películas de la época.


 DeVotchKa (‘Pequeña Miss Sunshine’)

 
 

La banda norteamericana DeVotchKa alcanzó la fama gracias a componer la banda sonora de la ‘road movie’ ‘Pequeña Miss Sunshine’ (2006), junto a Mychael Danna. Su mezcla de indie y folk funciona en una de las películas más destacadas de este siglo, que sigue las peripecias de la familia Hoover y su viaje en una furgoneta Volkswagen para participar en un concurso de belleza infantil en California.

El grupo de Denver adaptó algunos de los temas que ya había publicado en álbumes anteriores, motivo por el cual no pudieron ser nominados a los Oscar. Así, su canción ‘How it ends’ se convirtió en la instrumental ‘The winner is’, probablemente la más destacada de todo lo que suena en la película y la más icónica, con esos sonidos de violines y acordeón que bien reflejan la mezcolanza de influencias del grupo, y que recuerdan a otras bandas sonoras como la de ‘Amelie’.

El cantante, Nick Urata, a partir de la experiencia con ‘Pequeña Miss Sunshine’, ha seguido componiendo bandas sonoras con éxito, como ‘Phillip Morris ¡Te quiero!’, ‘Paddington’, ‘Ruby Sparks’ y ‘Crazy Stupid Love’.