Once historias que unen música y fútbol

 
 
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Son dos de las aficiones más extendidas del mundo. Ahora que la desescalada nos empieza a devolver a cuentagotas el ocio que el coronavirus nos arrebató de un plumazo, hemos recopilado once historias curiosas que unen al deporte rey y al rock, dejando de lado a Julio Iglesias, Pignoise, el ‘You’ll never walk alone’ y el ‘We are the champions’ y adentrándonos en otras menos conocidas


1. She £ove$ you

La influencia de The Beatles en el Reino Unido y en el resto del mundo desde los años 60 es algo fuera de toda duda y el fútbol no podría ser menos. Durante la década en activo de la banda, era habitual que sus canciones sonaran en las gradas de Anfield, el estadio del Liverpool FC, particularmente ‘She loves you’, el sencillo más vendido en el Reino Unido durante 1963. Curiosamente, The Beatles nunca mostraron una preferencia clara hacia ninguno de los dos equipos más importantes de la ciudad, Liverpool y Everton. Brian Epstein, su mánager, siempre intentó que la banda –sobre todo a sus inicios– no entrase en confrontaciones peliagudas como podría ser la política o la religión. Y en la ciudad, tradicionalmente, los hinchas estaban divididos entre católicos (Everton) y protestantes (Liverpool). La equidistancia era tal que aún a día de hoy Paul McCartney jura ser fiel a ambos equipos, poco menos que decir que apoya al Barça y al Real Madrid. Y es que ya lo decía Michael Jordan cuando le preguntaban por qué no respaldaba abiertamente a los demócratas que luchaban contra la injusticia social en los 90: «Amigo, los republicanos también compran zapatillas».

2. Every little match is going to be alright

El Ajax es un equipo sin himno oficial, pero desde hace doce años ha adoptado como propio ni más ni menos que ‘Three little birds’ de Bob Marley. Podríamos pensar rápidamente en la conexión entre el reggae y la droga recreativa más popular, y legal, de Ámsterdam. Sin embargo, el motivo por el que los hinchas cantan esa canción antes y después de cada partido tiene una historia distinta. En 2008, después de un amistoso en Gales, se pidió a los aficionados holandeses que permaneciesen en las gradas unos minutos mientras salía el público local. El DJ del estadio decidió poner ‘Three little birds’ y la respuesta del público fue espectacular. Tanto es así que una vez de vuelta a Ámsterdam hicieron de la canción su himno, el cual pasean con orgullo por toda Europa, donde cantan a su equipo que tienen un mensaje para ellos: que no se preocupen por nada, porque todo va a salir bien.

P.D.: Bob Marley era un auténtico fanático del fútbol. De hecho, el origen de su muerte está en una herida que se hizo jugando al deporte rey. Pasados unos días, la herida se infectó gravemente y los médicos le dijeron que debía amputarse el dedo pulgar del pie, a lo que Marley se negó (la religión rastafari no permite desprenderse de una mínima parte de su cuerpo). El resultado acabó siendo un cáncer y la posterior muerte del jamaicano.

3. España Club Foot

Esta es una historia realmente rocambolesca y bizarra. De acuerdo al periódico, digamos, poco serio, ‘The Sun’, Fernando Torres es fan absoluto de Kasabian desde que aterrizó en Liverpool allá por 2007. Según el tabloide inglés, el delantero de Fuenlabrada solo conocía a los Beatles al llegar al Reino Unido, pero su flechazo por Kasabian fue instantáneo. Tanto es así, que antes de cada partido de la selección española durante el Mundial de 2010 sonaba en el vestuario ‘Club foot’. La historia llegó a oídos del grupo de Leicester y su guitarrista y colíder, Sergio Pizzorno, llegó incluso a decir que estaban en conversaciones para tocar en la fiesta conmemorativa por el título conseguido en Sudáfrica. Para nuestra decepción, Kasabian no llegó a actuar y nos tuvimos que conformar con algo más cañí como David Bisbal, Manolo Escobar y Pepe Reina cual cuñado que vive pegado al micrófono de un karaoke.

Tom Meighan y Sergio Pizzorno, de Kasabian, en el estadio del Leicester

Tom Meighan y Sergio Pizzorno, de Kasabian, en el estadio del Leicester

4. (What’s the story) Bernabéu Glory?

En este repaso de anécdotas de fútbol y música no podía faltar Oasis y los hermanos Gallagher. Es más, merecerían y rellenarían un artículo completo. Entre las pocas cosas que aún unen a día de hoy a Liam y Noel está el amor por los colores del Manchester City. El menor es un asiduo a los partidos del equipo fuera de casa. En la temporada 2012/2013, Liam terminó expulsado del Bernabéu en la visita del Manchester City en la primera jornada de la Champions League. Un gol de Dzeko en los primeros minutos encendió la mecha, ya de por sí corta, del cantante de Oasis. Bajó hasta pie de campo a celebrarlo y besó a un guardia de seguridad. Fue acompañado a un lugar más tranquilo del estadio tras discutir con aficionados del Real Madrid y finalmente le ‘invitaron’ a marcharse del estadio después de que los merengues terminasen remontando el partido y ganando 3-2. Hay que decir también que Liam niega los hechos y dice que tan solo fue ‘regañado’ por su actitud aquel día.

Liam Gallagher en el estadio Santiago  Bernabéu

Liam Gallagher en el estadio Santiago Bernabéu

5. Don’t look Pep in anger

No será este artículo al que se le tache de favoritismo entre los hermanos Gallagher. También queremos incluir una historia de Noel. Resulta que el hermano mayor y compositor principal de Oasis ha forjado una relación especial con Guardiola desde que el catalán entrena al Manchester City. Le entrevistó e hizo de cicerone nada más aterrizó en la ciudad, le defendió cuando el equipo no ganó nada la primera temporada, les acompañó en el vestuario después de ganar la Premier League en su segundo año e incluso desveló que Pep le envió un mensaje prometiéndole el título la noche antes de comenzar aquella liga. Noel Gallagher considera a Guardiola el mesías que necesitaba su Manchester City. Pero las anécdotas de Noel con el mundo del fútbol no acaban con el de Santpedor. Otro de sus amigos en el mundillo es Alessandro Del Piero. En 2006, Noel se desplazó a Alemania para apoyar a Italia en las semifinales del mundial contra la anfitriona. Cuando Del Piero anotó el 0-2, se fue directo al lugar de la grada donde estaba su esposa… o eso creía la prensa. Según Noel, el capitán italiano fue a celebrarlo con él porque le considera su amuleto y resultó que su esposa e hijo estaban en la fila de debajo, por lo que todo el mundo supuso que los besos iban destinados a ella. ¿Error de la prensa o típica fantasmada Gallagher? Nunca lo sabremos. Lo que sí es verdad es que por expreso deseo de Del Piero, Noel se quedó hasta la final, en la que volvió a dar suerte a los italianos, que acabaron levantando la Copa del Mundo en el partido que siempre será recordada por el cabezazo de Zidane.

Alessandro Del Piero y Noel Gallagher

Alessandro Del Piero y Noel Gallagher

6. St. Pauli Against the Machine

Pocos, muy pocos clubes europeos de nivel se parecen al St. Pauli, de la segunda división alemana. Se trata de un equipo que se autoproclama de izquierdas, anarquista y antifascista, muy ligado a las clases populares del barrio de Hamburgo que le da nombre. Una de las ‘zonas rojas’ más importantes de Europa, un distrito históricamente revolucionario, epicentro de la vida nocturna de la ciudad desde los años 80 y refugio de punks, rockeros y demás tribus olvidadas por lo ‘mainstream’. Su conciencia social también incluye el feminismo y la lucha contra la homofobia y el racismo. De hecho, el equipo tuvo el primer presidente de fútbol abiertamente gay, ha apadrinado equipos de fútbol de inmigrantes y tiene una brigada feminista en sus gradas. Y, por supuesto, la música no escapa a la iconografía del Sankt Pauli. La boca de entrada al estadio que conduce desde los vestuarios (modestos como pocos, donde los jugadores no tienen asignados asientos) hacia el campo de juego es un pasillo oscuro, con decenas de grafitis que culminan con la bandera pirata que han tomado como propia y una pintada que avisa al rival de lo que se van a encontrar: «Welcome to Hell». Paseíllo hacia el campo que siempre es acompañado con sonidos de campanas y el ‘Hell’s bells’ de AC/DC. Un ritual que pone la piel de gallina como pocos dentro del mundo del fútbol.

Túnel de acceso al campo desde los vestuarios del St. Pauli

Túnel de acceso al campo desde los vestuarios del St. Pauli

7. Bands Football Club

En el verano de 2018 Nick Fraser, un tipo que trabajó en el ‘merchandising’ de The Charlatans durante más de diez años, tuvo una idea brillante. En los siguientes meses, la música sería algo secundario y la atención del público estaría en el Mundial de Rusia. Llamó a Mark Liptrott, un diseñador amigo, y a Tim Burgess, cantante de la banda para la que trabajó y les expuso la idea de diseñar escudos de fútbol basados en bandas de rock. La idea funcionó al instante, con una acogida magnifica en Instagram y Twitter, las redes sociales donde nació y creció Bands FC. En pocas semanas diseñaron decenas de escudos y lograron captar la atención del Museo Nacional del Fútbol de Mánchester y posteriormente, ni más ni menos, que del Royal Albert Hall, donde expusieron su obra durante dos meses. A día de hoy, la práctica totalidad de equipos del Reino Unido tienen su versión de Bands FC, además de muchos otros equipos de todo el mundo. Además, la iniciativa cuenta con una parte solidaria, habiendo recaudado fondos en multitud de ocasiones para los más desfavorecidos. Sin duda, la ‘futbolarización’ de la música en su máxima expresión.

Varios de los escudos de Bands FC

Varios de los escudos de Bands FC

8. Money Talks

Brian Johnson, cantante de AC/DC, es un fan del fútbol, en general, y del Newcastle, en particular. Nacido en Inglaterra, a diferencia de los orígenes australianos del resto de miembros de la banda, se hizo un nombre en la década de los 70 cantando para Geordie, grupo de Newcastle con el que compartió una pequeña gira junto a Bon Scott antes de que este se convirtiese en el primer cantante de AC/DC. No imaginaría el bueno de Brian que aquella gira le serviría para hacerse con el puesto de Bon Scott, ya que este quedó impresionado con su voz y comentó en alguna ocasión que era la mejor que jamás había escuchado. Una vez fallecido el cantante de AC/DC, el resto de la banda le tuvieron en cuenta en las audiciones para encontrarle sustituto y Brian Johnson terminó siendo su relevo en 1980. Pero no solo fama y el dinero le llegarían a Brian Johnson al subirse al tren de Angus Young y los suyos. A principios de esa década, el Newcastle United se encontraba en una crisis financiera que amenzaba con hacerles desaparecer si no encontraban un grupo de inversores capaz de darle la vuelta a la situación. Fue entonces cuando alguien recordó que el chaval que ahora cantaba en la banda más grande del momento era un fanático del club, así que le llamaron para invertir en él. Según cuenta Brian Johnson, le llevaron al palco y le invitaron a poner medio millón de libras para salvar al club aunque, eso sí, no tendría poder de decisión en el mismo. «Me sentí un poco estafado, así que lo decliné», declaró en alguna ocasión Johnson que, eso sí, continúa apoyando al Newcastle United cada vez que puede. Es más, el cantante y su inseparable gorra hicieron un cameo en la película más que obviable para cualquier cinéfilo, ‘Goal’, que seguía la trayectoria de un futbolista del equipo del norte de Inglaterra.

Brian Johnson, con la camiseta del Newcastle Utd.

Brian Johnson, con la camiseta del Newcastle Utd.

9. ¡Vamos, Peter, sal a bailar!

Fernando Torres no es el único delantero, ex del Liverpool y algo patoso que es fan de Kasabian. Peter Crouch, ese espigado punta típicamente inglés, conocido como ‘El Espárrago’ y más famoso por su baile del robot en las celebraciones que por sus goles (aunque es el que más tantos de cabeza ha anotado en Inglaterra), puede decir bien orgulloso que se ha metido en un ‘moshpit’, que dirían en las islas británicas, y ha hecho ‘crowdsurfing’ –¿o deberíamos llamarlo ‘Crouchsurfing’?– en un concierto de los de Leicester. Pero es que el exjugador –se retiró en 2019 tras pasar por otros equipos de la Premier como Stoke City, Southampton, Tottenham, Portsmouth, Aston Villa, Burnley y Queens Park Rangers–, es tan fan del indie que ha participado en programas de radio, ha aparecido en videoclips de bandas como Peace y en la actualidad es el presentador de un programa en la BBC que lleva su propio nombre, ‘Peter Crouch: Save our Summer’, en el que mezcla deporte con música y comedia. Y hasta tiene su propio festival: el Crouchfest. Seguro que en su época en activo no permitía que nadie pusiera reguetón en el vestuario.            

10. Repartiendo juego en las pistas

La carrera futbolística de Gaizka Mendieta se podría calificar de irregular. Sus años en Valencia fueron espectaculares, liderando uno de los mejores equipos jamás vistos en la capital del Turia junto a Baraja, Albelda, Ayala o el Piojo López. Sin embargo, su marcha a Italia previo pago de una cifra récord para la época de 46 millones de euros fue el principio del fin de su carrera en la élite, además de suponer casi la ruina de su nuevo equipo. Después, jugó en el Barça e Inglaterra, aunque mostrando un nivel lejano al de Valencia. La pasión de Mendieta por la música ya era conocida durante sus años como futbolista, pero fue después de su retirada en 2008 cuando ha podido dedicarle más tiempo. Formó el trío de DJ Gasteiz Gang y fue habitual en festivales como el SOS 4.8. Su punto álgido fue la aparición para tocar la guitarra junto a Los Planetas en el FIB de 2015 durante la canción ‘Un buen día’, dejándole Jota a la voz para cantar su verso: «He puesto la tele y había un partido. Y Mendieta ha marcado un gol realmente increíble». ¿Se referirían Los Planetas a uno de sus típicos zapatazos desde fuera del área o al ‘gol’ que le metió a la Lazio?

11. Y con el 666 a la espalda…

Los años 90, en general, y la segunda parte, en particular, no fueron de los mejores momentos de Iron Maiden. Bruce Dickinson abandonó el barco y el grupo encontró en Blaze Bayley un sustituto que no logró satisfacer a sus hordas de seguidores. La banda más importante de la historia del heavy metal sacó dos discos con Bayley, ‘The X Factor’ (nada que ver con el programa de televisión, ojalá…) y ‘Virtual XI’. Este último era el undécimo álbum de la banda y decidieron hacer varios guiños al mundo del fútbol del que los ingleses son fanáticos. Sacaron una línea de ‘merchandising’ basada en camisetas con el logo del grupo y aprovechaban cada viaje de promoción para jugar pachangas con periodistas y gente del mundo de la música. En España, por ejemplo, jugaron ante 6.000 personas en Madrid, en un partido que mezcló futbolistas profesionales como Abel Resino y músicos de grupos tan dispares como Def Con Dos, Hamlet, Tam Tam Go y Hombres G. El partido terminó en goleada a favor de los ingleses y teniendo que intervenir la Policía ante la avalancha de público ansioso de tocar a sus ídolos. Lo que no tuvo tanto éxito fue el producto que la banda venía a promocionar. ‘Virtual XI’ es considerado el peor disco de Iron Maiden y es el que menos número de unidades ha vendido de su discografía. ¿Lo mejor? Que esa mala temporada sirvió para que el grupo fichase de vuelta a Bruce Dickinson y al guitarrista Adrian Smith. Dos galácticos que ayudaron a que los Maiden volviesen a reinar en la liga del heavy metal.

Imagen promocional de Iron Maiden para su disco ‘Virtual XI’.

Imagen promocional de Iron Maiden para su disco ‘Virtual XI’.