No puedo escuchar otra vez esa canción

 
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‘Wonderwall’, ‘Sultans of swing’, ‘Zombie’, ‘The final countdown’, ‘Imagine’, ‘Every breath you take’, ‘Viva la Vida’, ‘It’s my life’, cualquiera de Queen… La lista de temas que suenan o han sonado hasta en la sopa, ya sea porque son sobreutilizados en el cine o los más quemados en la radio, las ‘playlists’ y los bares, y acabas aborreciendo es larga, oscura y alberga muchos horrores


Nos ponemos en la piel de ese amante de la música que de repente se convierte en ‘hater’. De esa sensación que a veces se tiene cuando un día suena por la radio, en una ‘playlist’ en el coche o en el hilo musical de cualquier local comercial esa canción que tanto te gustaba, y que realmente es buena y siempre te ha encantado, pero que la has escuchado tantas veces que no puedes soportarla una vez más a no ser que te encuentres en un bar rodeado de amigos y en estado de semiembriaguez.

Porque eso pasa. El ser humano se cansa de lo bueno. En la música, la línea que separa al amor del odio es a veces finísima, y eso lo sabe el 91% de la gente (Homer Simpson ‘dixit’), y a veces pasan años hasta que recuperas el gusto por ese estribillo pegadizo o aquel solo de guitarra. Así que os proponemos una lista de canciones para poner a prueba nuestra teoría y ver cuántas sois capaces de escuchar de principio a fin (aunque eso es imposible) y cuántas directamente optáis por el botón de ‘pista siguiente’ (como el mítico pájaro bebedor de ‘Los Simpsons’). Ánimo. 

 

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Cualquiera de Queen (1973-1995)

Vaya por delante que Queen me parece un grupazo, Brian May un genio de la guitarra y Freddie Mercury uno de los mejores cantantes de la historia. Pero me he cansado de ellos. Llevamos unos años de sobreexposición brutal y ahora mismo están en la cola de grupos que me pondría a escuchar un día en casa.

 
 

PD: Esta es la que más rabia nos da, aunque también valdría ‘I want to break free’.

Carreteras infinitas (torturando desde 2016)

No soy nada fan de Sidonie. Hace tiempo que llevan la (bendita para ellos) cruz de grupo festivalero divertido, pero musicalmente dejaron de interesarme hace mucho tiempo. Esta canción se lleva la palma. Es un valor seguro en garitos de indie, pero joder, ¿nadie se ha parado a escuchar esa letra?

Still loving you (1984)

Tanto esta como ‘Wind of change’ fueron las dos grandes armas occidentales que derrumbaron el Muro de Berlín. No hay entrenamiento soviético que aguante semejante tortura de Scorpions.

Sultans of Swing (1978)

Un clásico de tu cuñado, que no ha escuchado más de cuatro canciones de rock y esta es su favorita. Que Mark Knopfler nos perdone, pero estamos seguros de que hasta él está cansado del ‘punteito’. Mención especial para la versión del directo ‘Alchemy’. He visto misas de ‘kikos’ que duran menos.

 
 

Que no (2003)

A veces tengo pesadillas en las que estoy en un bar, suena esta canción y la gente se vuelve loca en el riff más heavy que han escuchado nunca y me mueven el dedito diciendo «que no, que no, que no». ¿En serio hasta en sueños me dicen que no de un modo tan cutre? Me cago en mi pena. Next.

Hotel California (1975)

Otra perlita de cuñados que se vienen arriba cuando llevan dos copas. El inicio parece una canción de misa y es imposible sacarse de la cabeza la versión de los Gipsy Kings y lo del «chinito pescando». Maldito Pablo Motos, ¿cuántos años lleva haciendo maldades a este país?

 
 

Song 2 (1997)

Perfecta para hacer ‘air guitar’, de acuerdo, pero demos todos gracias de que dura solo 2 minutos clavados. Si llegan a ser 2 minutos y medio, más de uno nos tenemos que arrancar las orejas después de dos décadas taladrándonos el ‘Wuu huu’ del bueno de Damon Albarn.

It’s my life (2000)

Que alguien me explique de verdad si todavía queda gente que escucha algo de esta canción más allá del ‘uau ua’ primero y el «This ain't a song for the broken-hearted». No lo creo. Al menos no seré yo quien lo haga.

 
 

Aviso importante: Este vídeo no contiene ‘uau uas’.

Salir (1998)

Extremoduro ha hecho decenas de temazos y un buen puñado de discos como para tener que aguantar cada noche a gente entrada en años decir que ocupan el tiempo en salir y ponerse hasta el culo de rayas. Fito dice que no podría juntar a Platero porque no puede cantar las letras que escribió en aquella época. Tengamos dignidad y vayámonos todos a pedir a la barra o a llorar a un rincón por nuestro yo más joven cuando suene el violín de ‘Salir’.

Wake me up when september ends (2004)

La piel todavía de gallina cuando la escucho. En realidad no, más bien risas por los memes.

Jump (1984)

He escuchado a demasiadas orquestas en mi pueblo tocando ‘Jump’ como para que no haya tenido efecto en mi mente. ¿Y sabéis por qué la tocaban? Porque tiene ORGANILLO. Sí, organillo. Y no hay una orquesta que no lleve a su Nacho Cano, por lo general entrado en años y jefe en la sombra de esas organizaciones terroristas itinerantes que tiene su momento de gloria con Van Halen. ¿El precio a pagar? Que no pueda volver a escucharla sin pensar en pasodobles, vecinos borrachos venidos arriba, garrafón y banderitas de países por todos lados.

 
 

Smoke on the water (1973)

Otra canción arruinada por las orquestas de pueblo, y por Deep Purple. Asignatura obligatoria en primero de Guitarrita Brasas.

Human (2008)

La culpa es de Pep Guardiola. A nadie más que a él se le ocurriría usar una canción tan pastelosa para motivar a sus jugadores antes de salir al campo. Y luego está aquella imagen suya mientras la cantaba. Espeluznante.

Viva la vida (2008)

Lo mismo que la anterior, por no hablar del título, pero sobre todo por esos acordes iniciales (y eternos durante toda la canción) de cuerdas, las campanas y redobles de timbal que a la trigésimo novena vez ya se te clavan en la cabeza. ¿Quién dijo épica? Le falta más ‘woooh oh ohs’. Es el ‘We are the Champions’ de los millennials y del cuñadismo.

 
 

PD: Muchos ‘woooh oh ohs’ y ‘playback’

Bitter sweet symphony (1997)

Quizá Coldplay se inspiró en esta canción de The Verve (copiada a su vez de The Rolling Stones), otro Canon de Pachelbel moderno para torturar nuestros oídos.

Stairway to heaven (1971)

Para muchos, la mejor canción de rock de la historia; para Robert Plant, una canción de boda. Elije en qué bando estás.

Sweet child o’mine (1987)

Un riff de guitarra que todo el mundo se sabe de memoria de escucharlo hasta en el dentista y que existe incluso en versión polka tirolesa.

 
 

Back in black (1980)

No existe mayor cliché en Hollywood para mostrar lo duro que es un personaje que ponerle una chupa de cuero y hacerle caminar al son del riff de ‘Back in Black’ (desde ‘Iron Man hasta ‘Megamind’, ‘Los Pitufos’ y recientemente en la serie ‘Cobra Kai’), como si no hubiera más canciones de rock en la historia de la humanidad. También se aceptaría en la lista ‘Highway to Hell‘ y Thunderstruck.

Get lucky (2013)

El dinero que ha debido ganar Daft Punk al conseguir que durante tres años todos hayamos escuchado esta canción al menos siete veces cada día, todas ellas involuntarias, da para vivir ocho vidas a cuerpo de rey. Por suerte, esa época pasó.

Uptown funk (2014)

Y la de Uptown Funk también pasó, una canción que ha sonado casi tantas veces como demandas de plagio ha recibido Bruno Mars y Mark Ronson.

 
 

Losing my religion (1991)

A REM le salió más que rentable introducir la mandolina en ‘Losing my religion’, su tema más famoso, pero no tanto al público, que tiene que aguantar ese sonido por los siglos de los siglos. Casi hubiéramos preferido un banjo o la bandurria de la tuna (en realidad no).

Wonderwall (1995)

Los memes y los aprendices de guitarra le han hecho mucho daño al tema más famoso de los hermanos Gallagher. Anyway, here’s ‘Wonderwall’… (ya supera el billón de reproducciones en Spotify).

 
 

Nothing else matters (1991)

La siguiente fase natural para el guitarrista ‘amateur’, tras lograr dominar el acorde de ‘Wonderwall’, es el punteo sencillo. Y ninguno mejor que ‘Nothing else matters’ de Metallica para eso. Una canción inimaginable escuchando los primeros discos de la banda, pero poderoso caballero es don Dinero.

Take on me (1985)

No nos habíamos olvidado de esta. A veces suena en mi lavadora. Malditos años 80.

 
 

Hey ya! (2003)

Imposible escucharla entera. Demasiada felicidad para unos tiempos tan oscuros.

All the small things (2000)

¿Blink 182? De cuando la MTV emitía videoclips en vez de ‘realities’ y series.

 
 

The final countdown (1986)

El ORGANILLO. El tinonino, tino-ni-no-ni. El fin del mundo se merece una cuenta atrás más corta.

Smells like a teen spirit (1991)

Kurt Cobain odiaba esta canción por lo famosa que se hizo y porque pensaba que otras de Nirvana eran mejores. Nosotros un poco también porque la han puesto millones de veces en Rock FM y en la MTV. Y Dave Grohl, que a veces amaga con tocarla, pero no…

 
 

Años 80 (2001)

El mejor ejemplo de cuando alguien dice que el indie español ha acabado convirtiéndose en música comercial. En defensa de Los Piratas hay que decir que la canción nació de un encargo que le hizo su discográfica de prefabricar un tema radiable, y bien que lo clavaron muy a su pesar.

Take me out (2004)

A tu cuñado le gusta también el indie, y todavía cree que Franz Ferdinand es el grupo de moda. Pues hace 15 años que no, y la canción pierde con cada nueva escucha. Cada vez nos parece más y más lenta.

Boys don’t cry (1979)

¿Acaso The Cure no tiene más canciones? Cualquiera que haya estado en uno de sus interminables conciertos sabe que sí. Pero la canción del ding dong di (ding dong ding di doo / ding dong ding do doo), que decía Joaquín Reyes, era de la época buena, antes de que Robert Smith mirara al cielo y observara un punto brillante en el horizonte, su talento alejándose.

 
 

La mujer de verde (2012)

¿De verdad hace falta que explique por qué no soy capaz de escucharla entera?

Clavado en un bar (1997)

Un vestigio de la época dorada de 40 Latino y Cadena Dial. Algún día reaparecerá en una cápsula del tiempo.

Creep (1993)

El hecho de que Radiohead apenas la toque en directo es la mejor prueba de que no siempre hay que darle al público lo que quiere, y menos aún lo que no quiere, que es escucharla una y otra vez.

 
 

PD: Al actor Jim Carrey sí le gusta cantarla.

 

Satisfaction (1965)

Su riff icónico no puede parecerme más aburrido y desganado 55 años después. Aparte de que lo han copiado en la mitad de sus canciones (eso lo dice el propio Keith Richards, no nosotros, aunque también).

Imagine (1971)

No diga paz, diga ‘Imagine’. Si el reportaje en televisión contiene esa palabra o sigue esa temática, seguro que sonarán los acordes del piano blanco de John Lennon, aunque a muchos, casi 50 años después, nos genera el efecto contrario: nos entran ganas de invadir Polonia, como Woody Allen cuando escucha al compositor clásico Richard Wagner. Figura hasta en el ‘top 10’ de la lista de 500 canciones que cada año elabora Rock FM, que bien podría salir entera en este reportaje.

Yesterday (1965)

Paul McCartney no se iba a escapar. Ni al minuto llegamos, y eso que solo dura dos. Ya no emociona como antes después de tantos años, versiones malas y esa película.

 
 

Thriller (1982)

Tan cansados del vídeo como de la canción. Y Halloween ya está aquí.

Heroes

El loro ‘Zac’ fue capaz de abrir con su pico un total de 35 latas en un minuto en California, allá por 2012, y batió un récord Guinness. Seguramente sonó ‘Heroes’ ese día.

My heart will go on (1997)

Esta canción es el plan B de la muerte por si sobrevives a un impacto a las 23.40 horas del 14 de abril de 1912 contra un iceberg de 30 metros de altura sobre el nivel del mar. No te libras.

 
 

Every breath you take (1983)

Es leer el título y sonar el riff de guitarra en tu cabeza, ¿a que sí? No falla. Que alguien llame a la Policía, ¡socorro!

Seven Nation Army (2003)

El fútbol mató ‘Seven nation army’. ¿A quién se le ocurrió convertirlo en un cántico para los estadios, los conciertos, las borracheras y hasta las comuniones? Parece que todo surgió en un concierto de los Rolling Stones en San Siro en el que Alessandro del Piero y Marco Materazzi fueron invitados a decir algo al público sobre el escenario y se arrancaron con el ya famoso ‘lo-lo-lo-lo-lo-loooo-lo’ (en lugar de cualquier canción de los Stones, algo lógico), aunque en la versión italiana es ‘po-po-po-po-po-poooo-po’, y añadiendo a la letra lo de «campeones del mundo». Nunca os lo perdonaremos.

 
 

I will survive

Otro himno onomatopéyico para la generación de la ESO.

Pájaros de barro (1998)

Manolo García. Manolo. García. El puto Manolo García. Marchando una de arena en los oídos, por favor.

Zombie (1994)

Nos declaramos fans de Dolores O’Riordan, DEP, pero este éxito de The Cranberries dejó casi tantas secuelas como los atentados del IRA que provocaron su composición. Uno de los más graves a cargo de Miley Cyrus recientemente.

 
 

Another brick in the wall, Part 2 (1979)

Que una de las peores canciones de Pink Floyd, con ese sonido disco horrible que no le pega nada al grupo, sea la más conocida es un suceso paranormal. La parte en la que cantan los niños es insufrible a estas alturas de la película.

Like a rolling stone (1965)

‘How does it feel?’, pregunta el bueno de Bob. Pues 55 años después, esos casi 6 minutos con el teclado improvisado y la voz de Dylan martilleando los tímpanos se siente como tragar cantos rodados.

One (1992)

Pagaríamos todo lo que tenemos porque esta canción sonara tantas veces como promete su título hasta el día de nuestra muerte. Insoportable desde el primer acorde.

 
 

Con la mano levantá (2006)

Aún recordamos cuando empezaba a sonar esto en un bar cualquiera y la cerveza sabía, de repente, a mierda de macaco.

Resistiré (1988)

Comienza otro estado de alarma y el toque de queda…