Hora Zulú: «Comulgo con lo que decía hace veinte años, pero cambiaría algunas formas»

 

Hora Zulú. / PROMO

 

Charlamos con el cantante de la banda, Aitor Velázquez, días antes de comenzar una gira especial por el XX aniversario de su primer disco, ‘Me duele la boca de decirlo’, un auténtico clásico dentro del metal nacional, que arranca este 12 de noviembre en Murcia y también contará con conciertos en Valencia, Granada y Sevilla


Lo efímero del tiempo y las modas tiene uno de sus ejemplos más claros en la música. Las tendencias que hoy ocupan puestos de honor en las listas de canciones más reproducidas no tienen, ni mucho menos, un pasaporte con el que asegurarse una posición de privilegio pasados unos años. El control aduanero que suponen los cambios generacionales es en muchas ocasiones un escollo difícilmente superable para aquellos que viven de crear productos acomodados en ofrecer lo que se consume hoy.

Hace veinte años en España vivíamos un terremoto dentro de la música comercial encabezado por el fenómeno de ‘Operación Triunfo’, que colocó seis discos de artistas surgidos de la academia entre los diez más vendidos del año. Sin embargo, pocos de ellos continúan hoy teniendo sitio entre las listas.

Bastante más ajeno a las tendencias del momento ha estado siempre lo underground, que en aquellos años no tenía nada que ver con lo que hoy conocemos como música alternativa. En nuestro país se multiplicaban los grupos de rock callejero que bebían del punk y cuyos nombres plagaban los carteles de la multitud de festivales que proliferaban a lo largo y ancho de España. Y por allí andaban también una serie de bandas cuyas bases e influencias llegaban del otro lado del charco, donde el nu metal, una mezcla entre el hip-hop, el metal y otros elementos como el funk, era el género alternativo más asentado. Hora Zulú nació en ese ecosistema en 2001, añadiendo a las influencias un toque de flamenco que fue y es su seña de identidad, haciendo de ellos un ‘rara avis’ fácilmente identificable entre la amalgama de copia y pegas que les rodeaban.

Su ascenso fue meteórico, surgido alrededor del éxito de una maqueta grabada en dos días que llamó la atención a público y discográficas. Pero aquella era otra época. La industria no se movía por reproducciones ni por ‘likes’ o ‘followers’, sino por el boca a boca y la suerte de que alguien con influencia escuchase tu música y decidiese apostar por ti. Veinte años más tarde, el grupo continúa en activo y con buena salud, grabando discos de calidad y girando por salas y festivales, alejados de etiquetas y moldes que no sirven más que para oxidar a quienes las llevan.

 

La linterna que mostró el camino sobre el que Hora Zulú comenzaría a dar sus pasos fue el productor gallego Pablo Iglesias, que anteriormente había trabajado con el guitarrista y fundador del grupo, Paco Luque, en Lagartija Nick. Acerca de cómo vivieron aquellos primeros años y su viaje a Vigo para grabar ‘Me duele la boca de decirlo’, su primer disco, el cantante Aitor Velázquez (Granada, 1977) reconoce que no se caracteriza especialmente «por tener buena memoria», aunque de aquella época guarda muchos y buenos recuerdos de Pablo, su primer productor, y de Dani (Fernández), el ingeniero de sonido en MixPlus Estudios. «Fueron dos maquetas y un disco lo que grabamos allí y todo ese tiempo en Vigo con ellos fue muy especial», apunta.

Tras aquellas maquetas, llegó la llamada de la industria, el momento que, según Aitor, marcó un antes y un después. «Se puede decir que para todo grupo ‘de provincias’ cuando alguien de una discográfica en ‘la capital’ se interesa por ti y te llama por teléfono para proponerte grabar un disco es el punto de inflexión. Alguien va a invertir su dinero en algo que hasta ese momento era poco más que un sueño de unos tipos en un local de ensayo».

 

Hora Zulú, en una de sus primeras imágenes promocionales en 2001.

 

‘Me duele la boca de decirlo’ era, más que un disco, un puñetazo directo a la mandíbula, un compendio de riffs pesados y ‘scratches’ deudores del metal de vanguardia, versos incendiarios que podría firmar cualquier rapero ‘top’ del momento y un aroma a flamenco que, lejos de quedar forzado o desubicado, es el responsable de que su sonido tuviera sentido. Para muchos, es uno de los discos fundamentales del metal nacional, con canciones como ‘Tango’,  ‘Andaluz de nacimiento’, ‘Y no protesto’, ‘Golpes de pecho’ y ‘Dice el Poniente’, que se encuentran en la memoria colectiva de quienes vivimos aquella época.

Sin embargo, Aitor prefiere no llevar la definición tan lejos. «No podría decir algo así, principalmente porque no he escuchado ni un 5% de los discos de música alternativa de este siglo». Y es que el maestro de ceremonias y cara visible de Hora Zulú es un tipo peculiar. Una charla con él es suficiente para darse cuenta de que la singularidad de la propuesta de su grupo es una extensión de su personalidad. No muestra apego por la música que se hace estos días, al igual que tampoco lo hacía con la que se producía en aquella época. «Sin duda, es culpa mía, pues estoy seguro de que hay cosas buenísimas. Mi problema es que me gusta casi más releer que leer y con la música me pasa algo así, pero, como te digo, considero que es un problema mío, no de los nuevos sonidos».

Pero es cierto que durante la conversación uno descubre que esa posición no es buscada ni posada, sino que subyace la angustia de quien sabe que «el tiempo que tenemos en la vida para leer o escuchar música es finito, igual que pasa con el cine… No siempre lo nuevo que pongan en Netflix cada semana tiene por qué superar a cosas que ya están grabadas hace décadas. Si te faltan cosas por ver de Kurosawa, Fellini o Berlanga, igual deberías verlas aunque no esté todo Twitter hablando de ello». 

 

Cartel de la gira XX aniversario de MDLBDD

 

Este sábado, 12 de noviembre, comienzan en Murcia una gira de celebración del XX aniversario de ‘Me duele la boca de decirlo’. A pesar de las dos décadas pasadas, ciertos temas tratados en las canciones parecen de máxima vigencia. Aitor sabe que, aunque el fondo prevalezca, las maneras podrían cambiar. «Es difícil que lo que escribes con veinte años te siga representando fielmente a los cuarenta y tantos. Digamos que comulgo con casi todo lo que dije entonces, pero probablemente las formas en las que hoy me expresaría serían distintas en algunos casos».

Y prefiere no adelantar ‘spoilers’ acerca de cómo será el concierto, en el que suponemos que tocarán el disco de arriba abajo, porque «si lo digo, pierde un poco la gracia. Que la gente vaya a la sala y lo descubran por sí mismos». De momento, las fechas confirmadas con este ‘show’ son Murcia (12/11), Valencia (18/11), Granada (26/11) y Marinaleda, en Sevilla (3/12). Una vez pasada la gira, el grupo continuará con su trabajo habitual. «Hay cosas nuevas por grabar y grabadas, pero pueden esperar unos meses a ver la luz», confiesa.


No me gusta escuchar lo que ya está grabado. Un día hay que decir basta y parar el proceso compositivo, dejarlo congelado para siempre
— Aitor Velázquez (Hora Zulú)

El último disco de Hora Zulú fue una mano de pintura al pasado. ‘Limpiar, fijar y dar esplendor’ supuso la regrabación de trece canciones de sus primeros trabajos, con nuevos arreglos, pero respetando el espíritu original. Sin embargo, el cantante no parece muy obsesionado con reescribir el pasado de la banda. «Quizá ahora no firmaría ciertas cosas que firmé… En cuanto a lo lírico, siempre podría estar corrigiendo lo dicho. Por eso no me gusta escuchar lo que ya está grabado. Un día hay que decir basta y parar el proceso compositivo, dejarlo congelado para siempre».

Después de esta referencia, el grupo ha editado una canción con Manuel Ángel Mart, vocalista de Estirpe, que nos dejó prematuramente hace un año, «y me sigue doliendo haberlo perdido justo cuando me parece que estaba empezando a conocerlo de verdad. Mart era un tipo maravilloso con un oído finísimo y un gusto exquisito. Siempre me quedará la sensación de que nos quedaban muchas cosas por hacer juntos», apostilla un Aitor con voz temblorosa al hablar de su amigo y compañero.

 

Paco Luque, Mart y Aitor Velázquez, durante la grabación del tema ‘La manera de decirte’.

 

Pero mantenerse a flote no significa vivir holgado. Son muchos los artistas que pasado el tiempo no tienen reparos en cambiar sus líneas maestras, ya sea en nombre de la creatividad o para echarse a los brazos de un éxito más sencillo que el que marca salirse del redil marcado por la industria. «Lo del éxito es un concepto un poco cenagoso de definir en pocas palabras», asegura Aitor, que en cualquier caso antepone su integridad artística a la conquista de la fama y el dinero si le llegasen cantos de sirena comerciales: «Si me gusta o me representa, lo haría hasta pagando. Si no es así, no uniría mi nombre a ese proyecto por dinero de ningún modo».

Sea como sea, estamos a las puertas de 2023 y Hora Zulú continúa en pie de guerra, escupiendo verdades y siendo fieles a un estilo propio que comenzaron a labrar con un disco que bien merece el homenaje que recibirá en esta gira. Pero en el futuro, ¿la Hora Zulú seguirá estando en el lugar a estar? Aitor Velázquez lo tiene claro: «El día que no sea así, no subiremos a los escenarios ni grabaremos nuevas canciones. De momento aún hay cosas por decir y cosas en las que mejorar».


 
 

Concierto en Murcia

Fecha: 12 de noviembre de 2022, a las 22.30 (apertura: 22.00)

Lugar: Garaje Beat Club

Entradas: 18 euros (más gastos) / 22 euros en taquilla